
Marcos 6: 1 ~6 JESUS EN NAZARET
Salió Jesús de allí y vino a su Tierra, y lo seguían sus discípulos. Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos oyéndolo, se admiraban y preguntaban:
- ¿De donde saca este estas cosas? ¿Y que sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? ¿No es este el carpintero, hijo de Maria, hermano de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas?
Y se escandalizaban de él.
Pero Jesús les dijo:
- No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, entre sus parientes y en su casa.
No pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos.
Muy importante esta palabra, y entorno a ella nos habló por mas o menos 40 minutos.
Solo si abres tu corazón a Jesús, pero todo tu corazón, Dios a través de Jesús hará el milagro que pides, que tu vida necesita.
Esto ya lo comprobé. Y lo comprobaron 2 personas que testificaron entre lágrimas los milagros que en ese momento hizo Dios. Una señora no podía caminar, y llorando se dio el lujo de correr.
Otro joven, con problemas de respiración, ya no tenía los problemas de los cuales adolecía, a su vez tenía problemas para caminar. Todos esos problemas desaparecieron.
Y eso, que no fue una noche de milagros…
Sin querer, hace unas semanas fui a una noche de milagros, y fue increíblemente maravilloso lo que veían mis ojos. Sinceramente en esa oportunidad horas antes no tenía las más mínimas intenciones de entrar, pensé que eran tonterías esas cosas de los milagros. Pero vi tantos, que tengo que testificar que Jesús sigue vivo y entre nosotros. Y chambeando.
¿Dudas? Yo no. El me cumplió con lo que le pedí, ahora yo le cumplo lo que él pide.
Así de simple.
La Palabra lo dice, lee tu Biblia, la que sea, la Biblia es la misma, palabras más, palabras menos, no importa la edición, no importa si es viejita o nueva. Te dice claramente, el no pudo obrar, donde no le creían, donde no le tenían fe. Si le crees, pídele con el corazón, en oración y en alabanza. Y eso es todo. Él hará su chamba.
Bendiciones.
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